Existen gran cantidad de métodos factibles para averiguar el grado de usabilidad de un sitio web y saber el impacto que un determinado producto va a tener para los usuarios.
A pesar de que nunca podremos hallar al cien por cien la repercusión práctica que cada sitio web que se lanza al mercado va a suponer en el grueso de la sociedad, sí que podemos acercarnos lo suficiente como para estimar, de buen grado, si dicha herramienta va a ser aceptada y considerada por sus consumidores como una creación práctica que va a mejorar sus vidas. En este caso trataremos de conseguir conclusiones prácticas a través de un sistema de bajo coste, hablamos del Test de usabilidad.
La principal característica de este producto es que estamos ante una prueba informal, es decir, no científica, ya que no pretende demostrar nada, sino sacar conclusiones beneficiosas para la correcta elaboración del producto. a prueba en sí, consiste en dar a realizar a un número de usuarios una cantidad determinada de tareas en dicho sitio web mientras éstos son observados e instados a decir todo lo que piensan acerca del mismo. No tiene porque haber analisis de datos como tal, sino que, después de finalizar la sesión experimental, tiene lugar una reunión donde se comparan notas y se decide qué problemas se deberían solucionar y cómo solucionarlos.
No importan las veces que haya que realizar sesiones similares ya que al encontrarnos con un programa de bajo coste podremos llevar a cabo todas aquellas que se estimen necesarias en función de los problemas o inconvenientes que vaya presentando el producto.
Transcurridas varias sesiones con usuarios, este tipo de pruebas siempre desvelarán el mismo patrón de conclusiones de usabilidad, siendo tres las más frecuentes en concreto.
No es de extrañar que todos los sitios web presenten problemas, no todos son graves, pero sí que es cierto que en numerosas ocasiones nos encontramos con problemas significativos de usabilidad que nos impiden llevar a cabo la tarea primigenia para la que estaban destinados. Esto no significa que los sitios web de las grandes compañías con una larga trayectoria profesional no presenten problemas del estilo. Todo producto debe ir renovando su sitio web y perfeccionándolo, por muy consagrada que sea la compañía, ya que la especialización no discrimina y éstos podrían devaluarse profesionalmente al verse considerados por los usuarios como obsoletos y poco prácticos. De ahí que cada «X» tiempo deban tener lugar dichos test que hoy nos ocupan.
Debemos de ser previsores, no podemos dejar que un problema nos pille desprevenidos y por ello hay que analizar nuestro sitio web con mucha frecuencia para anticiparnos a todos estos inconvenientes. Sí son errores sin importancia se nos será más difícil localizarlos, sin embargo, los problemas serios siempre son fáciles de encontrar. En realidad suelen estar a la vista, pero no para nosotros que somos los creadores del mismo, es por esta razón que tenemos que someter nuestra herramienta a personas que no han formado parte de la construcción de la misma para que, de forma meramente objetiva, hagan su propio juicio de valor.
No cabe duda de que esta serie de Test nos diferenciara de aquellos profesionales no comprometidos en su totalidad con el producto convirtiéndonos en mejores diseñadores. A priori parece una tontería pero muy pocos expertos que participen en procesos de diseño invierten una parte de su valioso tiempo en observar cómo la gente maneja y se desenvuelve en sus sitios web, sin embargo, esto es lo que marca la diferencia con la mediocridad.
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Sobre el autor:
Larissa Navarro es Licenciada en Ciencias Políticas y de la Administración, sin embargo, cuenta con gran experiencia en el Marketing Digital, esto la llevó a crear su propio blog donde escribe acerca del uso de Redes Sociales y mucho más.
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