Mente slow y mente flow ¿Qué resulta de esta combinación?

Después de leer algunos libros, que mencionaban frecuentemente los términos Slow y Flow, se me ocurrió profundizar en cada uno de ellos y ver si de alguna manera se podrían relacionar. Lo que vienen, a continuación es el resultado de la fusión de los dos términos; de la fusión de una mente Slow y de una mente Flow: la mente SlowFlow.

Términos Slow y Flow.

La primera vez que me encontré con el término Slow fue leyendo el libro de Rafael Santandreu, «Las gafas de la felicidad«. En concreto el capítulo 10 se titula, «Bajarse de la ansiedad» y, se inicia con una cita de Carl Honoré1: «No hay mayor pérdida de tiempo que desperdiciar una vida corriendo». Es este capítulo se citan dos medidas para tratar la ansiedad generalizada:»desacelerar» y «disfrutar».

Desacelerar significa hacerlo todo más despacio de lo habitual.

Desacelerar para apreciar el entorno y disfrutar dulcemente, cada momento, de lo que tenemos entre manos; para recuperar el sosiego interior, necesario para disfrutar de la vida.

1 Carl Honoré es uno de los autores que más han escrito sobre el concepto «slow»: «La lentitud como método» y «Elogio de la lentitud».

Mente slow, la idea es ralentizar

El término Slow (Lentitud en inglés) proviene del movimiento y de la filosofía Slow del italiano Carlo Petrini.

Hacer más lentas las actividades de la vida: priorizar y escoger las actividades que hay que llevar a cabo y realizarlas bien, disfrutandolas. Calidad en vez de cantidad. Renunciar a mucho para quedarse con poco y bueno. Ralentizar nos hace poder apreciar la belleza de las cosas y ser «conscientes».

Una persona con una mente Slow es aquella que, esté estresada o no, sabe detener su actividad en un momento determinado, sabe detener el tiempo, sabe ralentizar su mente. Al ir más despacio conseguimos un estado mental más relajado.

Hay varias formas de poder conseguir tener una mente Slow, como practicar la meditación, el Mindfulnnes (atención plena), comprometerse en disfrutar con lo que tenemos entre manos (empezar cada mañana el día con la intención de sacarle partido a nuestra vida). De tener un propósito en la vida…. les suena…Sí claro Viktor Frankl y su libro «El hombre en busca de sentido«.

Dicho compromiso con el «disfrute», esa búsqueda de emociones, podemos encontrarlo en nuestra vida cotidiana de distintas maneras, sin tener que estar inmersos en aventuras, viajes, etc.

Hay otros autores que también se refieren a este fenómeno del «disfrute», como Eckhart Tolle en sus libros, «El poder del ahora» y «Practicando el poder del ahora», Martin Seligman con «Aprenda optimismo» y la «Auténtica felicidad» y Mihaly Csikszentmihalyi con «Fluir».

Eso sí, ¡advertencia! Se trata de una práctica que requiere «perseverancia»… Como todo en esta vida.

Como contraprestación de este cambio de paradigma, los beneficios de tener una mente Slow son, recuperar la cordura, la fortaleza y la sensibilidad hacia la belleza de la vida. Eliminando el estrés, descansando, recargando cuerpo y mente, calmando nuestro interior, pensando de forma creativa, tomando mejores decisiones y siendo más eficiente.

Por otro lado, el término Flow (Fluir, flujo, en inglés) lo define Mihaly Csikszentmihalyi, en su libro «Fluir»  como un «estado en el cual las personas se hallan tan involucradas en la actividad que nada parece importarles». Es una especie de sentimiento de un movimiento, aparentemente sin esfuerzo.

Una persona con una mente Flow es aquella que es capaz de conseguir un orden armonioso en su conciencia, una experiencia óptima, es decir, una sensación de fluidez que consiste en dar lo mejor de nosotros mismos, rendir al máximo sin ser conscientes, estar especialmente concentrados, dominar la situación, mantener el control y disfrutar.

Cuando uno se encuentra en un estado o experiencia de flujo, el tiempo pasa volando.

Para poder conseguir tener una mente Flow se necesitan «actividades desafiantes» (reto/desafío) que requieran «habilidades». Como podemos ver en la gráfica, la zona marcada como «zona de equilibrio» es la zona dónde se produce el estado de flujo; por encima de la misma se encuentra la situación de «ansiedad» (no se dispone de habilidades suficientes para superar el desafío) y por debajo la situación de «aburrimiento» (se dispone de habilidades más que suficientes para superar el desafío).

Las actividades que producen flujo suelen ser, aficiones, arte, deportes, etc. Se consigue el «estado de flujo» cuando las personas se dedican a lo que hacen porque la propia actividad les satisface en sí.

Se denomina también, «experiencia autotélica» (del griego, auto: en sí mismo y telos: finalidad) porque hacerlo es en sí mismo la recompensa. Las reglas para desarrollar una personalidad autotélica son: definir las metas, sentirse inmerso en la actividad, prestar atención a lo que está sucediendo y aprender a disfrutar de la experiencia inmediata.

Las personas desarrollan la habilidad de encontrar diversión(disfrute) y propósito sin tener en cuenta las circunstancias externas. Los beneficios de una mente Flow son el control del estrés, el disfrute de la actividad y poder conseguir el nivel óptimo de rendimiento e innovación. Quizá te interese leer sobre la practica el coaching para llegar a la innovación en tu empresa.

¿Se pueden relacionar las dos mentes y fusionarlas en una; en una mente SlowFlow?

De todo lo expuesto, anteriormente, podemos comprobar que existen elementos comunes, como son: tener un propósito, ser conscientes y disfrutar.

Además el tiempo se detiene (Slow) y pasa volando mientras se realiza la actividad (Flow).

Ahora bien si tuviéramos que decidir si, ¿se produce antes una mente Slow que nos conduce a una mente Flow o si es al contrario o si se puede producir la fusión de ambas mentes?, ¿qué diríamos?; de momento ahí lo dejo.