Contar con una buena gestión organizacional puede ser el factor clave entre una empresa que alcanza sus objetivos y una que se queda a medio camino.
En este artículo te presentaremos en qué consiste, cuáles son sus funciones más importantes y los 7 estilos de gestión que se dan más comúnmente en las organizaciones.
¿Qué es la gestión organizacional?
La gestión organizacional es el proceso de organizar, planificar y controlar eficientemente los recursos y el personal de una empresa u organización con el fin de alcanzar un objetivo predefinido.
La gestión de la organización permite el uso óptimo de los recursos mediante una planificación y un control meticulosos en el lugar de trabajo. Para eso, la gestión organizacional de una empresa debe ser capaz de tomar decisiones y resolver problemas.
Una gestión eficaz garantiza la rentabilidad de la organización y le da un sentido de dirección a los empleados, pues provee a los individuos el conocimiento de sus funciones y responsabilidades y de lo que deben hacer en la organización.
Importancia de la gestión organizacional
La gestión organizacional dirige los esfuerzos del grupo hacia la consecución de objetivos predeterminados, mediante el uso eficiente de los factores de producción así como la organización e integración eficaz de los recursos de la organización.
La gestión proporciona la máxima utilización de los recursos escasos mediante la selección de su mejor uso alternativo posible en la industria de entre varios usos.
La gestión utiliza todos los recursos físicos y humanos de forma productiva. Esto conduce a la eficacia en la gestión.
Además una buena gestión organizacional obtiene los máximos resultados a través de un mínimo de insumos mediante una planificación adecuada. La gestión utiliza los recursos físicos, humanos y financieros de tal manera que se obtiene la mejor combinación. Esto ayuda a reducir los costes.
¿Cuáles son las funciones de la gestión organizacional?
A continuación te presentaremos 7 funciones esenciales de la gestión organizacional:
Planificación
El primer paso de una buena gestión organizacional es crear un plan para alcanzar las metas y objetivos de la empresa. Esto implica asignar los recursos de los empleados y delegar responsabilidades, así como establecer plazos y normas realistas para su cumplimiento.
La planificación requiere que los directivos comprueben continuamente el progreso del equipo para hacer pequeños ajustes cuando sea necesario, sin perder de vista los objetivos más amplios de la empresa.
Organización
Organizar se refiere al uso inteligente de los recursos para conseguir lo mejor de los empleados. La organización ayuda a garantizar el buen funcionamiento de una empresa o unidad departamental.
Incluye desde el establecimiento de procesos y estructuras internas hasta saber qué empleados o equipos son los más adecuados para tareas específicas, mantener a todos y todo organizado a lo largo de las operaciones diarias son funciones importantes de la gestión.
Además, integra la preparación de un presupuesto mensual para que el flujo de caja sea fluido.
Asignación de personal
Parte importante de la gestión organizacional consiste en contratar el talento adecuado para la organización.
El descuido de la eficiencia en la labor de selección de personal puede acabar con el descontento de los empleados, que acaban creando problemas tanto para ellos mismos como para la organización.
Dirigir
La dirección implica establecer objetivos claros para los miembros del equipo y sentirse cómodos y seguros al mando de las tareas diarias de los miembros de su equipo, así como durante los periodos de cambios o retos importantes.
Esto implica proyectar un fuerte sentido de la dirección y el buen liderazgo a la hora de establecer objetivos y comunicar nuevos procesos, productos y servicios, o la política interna.
Un líder debe asegurarse de que los miembros de su equipo trabajan al unísono hacia un objetivo común.
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Controlar
El control en la gestión consiste en asegurarse de que los objetivos finales de la empresa se están cumpliendo adecuadamente, así como en realizar los cambios necesarios cuando no es así.
Para asegurarse de que todas las funciones contribuyan al éxito de la empresa, la gestión organizacional debe controlar constantemente el rendimiento de los empleados, la calidad del trabajo y la eficacia y fiabilidad de los proyectos realizados.
Esto requiere también que las jerarquías estén bien definidas para una gestión eficaz, y también es conveniente realizar una evaluación de rendimiento de forma periódica.
Gestión del tiempo
Una gestión eficaz del tiempo ayuda a los empleados a hacer lo correcto en el momento adecuado. Gestionar el tiempo de forma eficaz siempre es rentable a largo plazo, sin tener que recurrir a la microgestión.
Motivación
La motivación contribuye en gran medida a unir a los empleados. El reconocimiento de los empleados por su buen trabajo o los planes de incentivos lucrativos contribuyen en gran medida a aumentar la motivación laboral y a que trabajen durante más tiempo.
Estilos de gestión organizacional
Ahora te presentaremos 7 estilos de gestión organizacional diferentes y cuál puede convenirle más a tu empresa:
1. Estilo de trabajo autocrático
En este estilo de trabajo, los superiores no tienen en cuenta las ideas y sugerencias de los subordinados. Con un estilo de gestión como este, una persona dirige la empresa y tiene toda la autoridad.
Generalmente, el jefe es el único capaz de tomar todas las decisiones, sin tomar en cuenta la opinión de los subordinados. Los líderes autocráticos establecen políticas claras que los empleados deben seguir.
Los empleados dependen totalmente de sus jefes y no tienen la libertad de tomar decisiones por su cuenta, por lo tanto los empleados carecen de motivación en el estilo de trabajo autocrático.
2. Burocrático
La gestión organizacional burocrática sigue normas, estructuras y procesos formales. Estas empresas tienen una jerarquía clara y un conjunto de expectativas para los empleados en cada nivel.
Los empleados dependen de sus supervisores directos, que a su vez dependen de sus superiores. Los directivos burocráticos están muy centrados y dirigen haciendo cumplir las normas y manteniendo el orden.
3. Estilo de trabajo paternalista
El liderazgo paternalista es un enfoque de gestión organizacional que implica una figura de autoridad dominante que actúa como patriarca o matriarca y trata a los empleados y socios como si fueran miembros de una gran familia extendida.
A cambio, el líder espera lealtad empresarial, así como obediencia. En el estilo de trabajo paternalista, los líderes deciden lo que es mejor para los empleados y para la organización.
4. Gestión democrática
En este estilo de gestión organizacional, los superiores aceptan los comentarios de los subordinados.
El estilo democrático garantiza una comunicación organizacional eficaz y saludable entre la dirección y los empleados, pues los superiores escuchan lo que los empleados tienen que decir antes de tomar una decisión.
En este estilo de trabajo, los empleados se sienten unidos y leales a su organización. Los empleados se mantienen motivados y tienen un gran nivel de satisfacción en el trabajo, en lugar de tratarlo como una carga.
5 Gestión Laissez-Faire
Los líderes del «laissez-faire» tienen una actitud de confianza en sus empleados. No microgestionan ni se involucran demasiado, no dan demasiadas instrucciones ni orientaciones.
Este tipo de gestión organizacional permite que los colaboradores trabajen de forma creativa, utilizando su propia experiencia, conocimiento y recursos disponibles para lograr las metas.
Los empleados toman decisiones y gestionan el trabajo por su cuenta, no dependen de los directivos y saben lo que está bien o mal para ellos.
6. Caminar por los alrededores (Management by Walking Around)
En este estilo los directivos no se encierran en sus cabinas, sino que se pasean para saber lo que ocurre a su alrededor.
Los directivos se tratan a sí mismos como una parte esencial del equipo y son oyentes eficientes. Los superiores interactúan con los empleados más a menudo para conocer sus preocupaciones y sugerencias.
En este estilo de trabajo, el líder es más bien un mentor de sus empleados y les guía siempre que lo necesitan.
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7. Transformacional
Los líderes de la empresa que tienen un estilo de gestión transformacional desafían las ideas y métodos tradicionales de hacer las cosas. Generalmente están a favor del cambio y la innovación para mejorar lo que sea necesario, buscando sacar el máximo potencial de cada colaborador.
Este tipo de gestión organizacional puede traer múltiples beneficios para las empresas que ya tienen muchos años trabajando de la misma manera y que necesitan modernizar sus procesos y resultados para mejorar su competitividad.
Conclusión
Como puedes ver, existen múltiples formas de llevar la gestión organizacional, pero no siempre la que estás utilizando puede ser la mejor, por lo que es importante que puedas evaluar qué es lo que está sucediendo en tu empresa y cómo lo están percibiendo tus empleados.
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