Aumentar la productividad laboral es una de las tareas más demandadas en el lugar del trabajo, tanto para obtener el máximo rendimiento de la empresa como para orientar mejor a los equipos de trabajo.
En este artículo te presentaremos en qué consiste y cómo motivar a tu organización para llevar su productividad al máximo.
¿Qué es la productividad laboral?
La productividad laboral es el grado de eficiencia de la producción económica por hora de trabajo. Esta puede medirse por el número de bienes que se producen en una empresa o de servicios que prestan en un tiempo determinado.
La productividad laboral es un importante indicador económico que está estrechamente relacionado con el crecimiento económico, la competitividad y el nivel de vida de una economía.
La productividad laboral representa el volumen total de producción generado por unidad de trabajo (medido en términos de número de personas empleadas) durante un periodo de referencia temporal determinado.
También es un factor que se exige tanto en cada departamento de una compañía, como en el área de Recursos Humanos para impulsarla de forma transversal.
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Beneficios de una buena productividad laboral
Una buena productividad laboral impulsa el crecimiento de una empresa, lo que significa que es capaz de producir más bienes o servicios con la misma cantidad de recursos o incluso con menos recursos.
Para las empresas, el aumento de la productividad supone un mayor beneficio y la oportunidad de realizar más inversiones.
Para los colaboradores de una empresa, el aumento de la productividad laboral puede verse reflejado en un mejor salario, así como un mejor ambiente de trabajo.
Otros beneficios de una buena productividad laboral son:
- Mayor rentabilidad: Cuando los empleados son productivos, son capaces de completar más tareas en menos tiempo, lo que puede aumentar la rentabilidad general de una empresa.
- Mejora de la moral de los empleados: Cuando los empleados sienten que son capaces de realizar su trabajo de manera eficiente, pueden sentir una mayor satisfacción en el trabajo y más motivados para seguir trabajando a un alto nivel de productividad.
- Mayor satisfacción del cliente: Cuando una empresa es capaz de producir bienes y servicios con rapidez y eficacia, es más probable que se incremente la satisfacción del cliente con los productos y servicios que reciben.
- Ventaja competitiva: Una buena productividad laboral puede dar a una empresa una ventaja competitiva sobre otras del mismo sector al permitirle producir bienes y servicios de forma más eficiente y a un coste menor.
- Mayor innovación: Una mano de obra productiva y centrada en sus tareas tiene más probabilidades de identificar y buscar soluciones innovadoras a los problemas, lo que puede dar lugar a nuevos productos, servicios y procesos empresariales.
- Reducción de residuos: Cuando una empresa es productiva, es capaz de minimizar los residuos y las ineficiencias, lo que puede ayudar a reducir costes y mejorar los resultados finales.
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¿Cómo se calcula la productividad laboral?
La productividad laboral se calcula dividiendo los ingresos brutos entre el número de trabajadores, que incluye a los empleados contratados, los empleados familiares y los operarios.
Si todos los empleados están contratados en su totalidad, es relativamente fácil calcular el número de trabajadores.
Si algunos de los trabajadores son estacionales o a tiempo parcial, hay que sumar el total de meses trabajados por estos empleados u operadores y dividirlo por 12 para obtener el número de trabajadores final.
¿Cómo medir la productividad laboral?
La productividad laboral puede medirse de varias formas, entre ellas
- Producción por trabajador: Mide la cantidad de producción obtenida por cada trabajador, expresada normalmente en unidades de producción por hora trabajada.
- Producción por hora trabajada: Mide la producción total de una empresa, dividida por el número total de horas trabajadas por todos los empleados.
- Productividad multifactorial: Mide la eficiencia con la que una empresa utiliza la mano de obra, el capital y los materiales para producir bienes y servicios.
- Producto Interior Bruto (PIB) per cápita: Mide la producción económica total de un país dividida por su población, proporcionando una medida global de la productividad laboral a nivel nacional.
- Valor añadido por empleado: Mide la cantidad de valor añadido a un producto o servicio por cada empleado, reflejando el valor que cada trabajador aporta a la empresa.
Es importante tener en cuenta que las medidas de productividad laboral deben elegirse cuidadosamente y adaptarse a la empresa y el sector específicos, ya que los distintos sectores y empresas pueden tener diferentes factores que influyan en la productividad laboral.
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¿Cómo aumentar la productividad laboral de tu organización?
Sí, aumentar la productividad laboral es posible. Algunas recomendaciones para lograrlo son:
1. Invertir en las mejores herramientas
Para mejorar la productividad laboral, una organización necesita invertir en herramientas y sistemas que impulsen el compromiso de los empleados, al mismo tiempo que proporcionan una mejor gestión de la comunicación organizacional en tiempo real.
La tecnología es una fuerza impulsora de la productividad en el lugar de trabajo, tanto si se trata de forma presencial como de la productividad de los trabajadores a distancia.
2. Asignar recursos eficientemente
Las organizaciones deben considerar la eficiencia con la que orientan a sus equipos de trabajo. En el caso de organizaciones de producción, es esencial establecer los objetivos empresariales y las expectativas.
Si no se cumplen, es necesario buscar si estas ineficiencias residen en los procesos de producción, así como considerar si es necesario ampliar la operación para utilizar más plenamente la fuerza de trabajo.
Es imprescindible que las organizaciones utilicen la combinación óptima de insumos a medida que aumenta la escala de producción, lo que suele denominarse como utilizar proporciones de la vía de expansión.
3. Aumentar el capital físico
El impacto de los aumentos de capital físico o de las compras de activos tiene dos dimensiones. El primero tiene que ver con la eficiencia técnica, que se refiere a la capacidad de una organización para producir eficientemente para un nivel determinado de insumos.
Por otra parte, está la eficiencia de costes, que mide la capacidad de una organización para generar productos al menor coste por unidad. Es importante asegurarse de que los beneficios de cada compra de activos superen los costes.
Aumentar la inversión en bienes de capital, incluidas las infraestructuras, puede contribuir a la productividad y reducir el coste de la actividad empresarial.
También puede ayudar a prevenir el burnout laboral ocasionado por la sobreexigencia de resultados a un número reducido de trabajadores.
4. Invertir en la formación del personal
Ofrecer oportunidades de desarrollo de empleados para que estos actualicen sus conocimientos y ofrecer educación y formación a un coste asequible, ayuda a aumentar la productividad de una empresa y de una economía.
Por ejemplo, es mucho menos costoso invertir en el reskilling, es decir, en la formación de nuevas habilidades en un colaborador que lleva años en la empresa y conoce gran parte de la operación, que contratar a un nuevo talento al que le tomará un periodo considerable adquirir todos los conocimientos y técnicas necesarias..
5. Impulsar el cambio tecnológico
La adopción de la tecnología suele fomentar un uso más eficiente de la mano de obra y conduce a economías de escala y ventajas competitivas por un par de razones.
En primer lugar, los primeros en adoptar la tecnología suelen obtener beneficios superiores a la media.
En segundo lugar, las organizaciones que no adoptan una tecnología beneficiosa se vuelven cada vez más ineficientes. Esto indica que el cambio técnico es un motor clave de la productividad laboral y la rentabilidad.
6. Promover la satisfacción y la motivación laboral
Impulsar la satisfacción en el lugar de trabajo y la motivación laboral a través de diversas iniciativas, más allá de solo esperar que los colaboradores “hagan el trabajo” es fundamental en la actualidad.
Para muchos millenials, ser parte de una empresa que realiza actividades mensuales, ofrece incentivos, planes de crecimiento y tiene una preocupación por el bienestar de sus empleados, es más importante que ganar más para permanecer en una empresa.
Aplica estas 7 actividades en línea para equipos de trabajo remotos.
Conclusión
Si bien podemos entender la productividad laboral como el resultado de los esfuerzos colectivos de una compañía para generar más ingresos, aumentarla va más allá de exigir KPIs más elevados.
Mantener al talento a su máxima capacidad, tanto intelectual como emocional y físicamente, es una de las formas por las que han apostado las compañías con mayor crecimiento en los últimos años, sobre todo ante los fenómenos de crisis y cambio global como los vividos en los últimos años.
Una compañía sin un buen clima laboral, con empleados insatisfechos y una alta rotación difícilmente va a tener una productividad laboral elevada por mucho tiempo.
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