Sin saberlo, muchas empresas crean regularmente entornos que permiten el desarrollo de silos organizacionales que dificultan el trabajo colaborativo, generan la pérdida de recursos y crean una tensión general que repercute en el crecimiento de la organización.
Por ello, en este artículo hemos recopilado cuáles son las causas que detonan este tipo de barreras en una organización y cómo puedes superarlas para lograr una cultura que promueva el desarrollo conjunto de forma exitosa.
¿Qué son los silos organizacionales?
Los silos organizacionales consisten en situaciones en la que varios departamentos o grupos de una organización no quieren compartir información o conocimientos con otras personas con las que trabajan.
Los silos se forman cuando se permite a los líderes, y en última instancia a los empleados, desarrollar más lealtad hacia un grupo o equipo específico que hacia la empresa en su conjunto.
El hecho de que los empleados de un departamento no interactúen de forma abierta y fluida con los de otros departamentos puede repercutir directamente en las operaciones empresariales y traducirse en una pérdida de ingresos e incluso en guerras territoriales entre departamentos.
Por tanto, estos silos organizacionales pueden convertirse en enormes barreras dentro de una empresa y pueden ser muy difíciles de derribar una vez que han sido establecidos.
La falta de dirección desde las posiciones más altas de la empresa con respecto a los objetivos generales, el fomento de un entorno de desconfianza y la falta de una comunicación organizacional bien desarrollada dan permiso tácito a los líderes y a los empleados para formar este tipo de silos.
Consecuencias de los silos organizacionales
Algunas de las consecuencias de permitir que se desarrollen silos organizacionales son:
Dificultad en el trabajo en equipo
Cuando existen silos organizacionales, los empleados se aíslan y desconfían de los demás departamentos, lo que dificulta cada vez más el trabajo en equipo y el intercambio de información se detiene.
Lo podemos ver claramente en las interacciones en las reuniones, donde los miembros del equipo tienen cuidado con lo que se comparte, son reacios a participar realmente en los debates y, en general, no se comunican.
Menor productividad
Los silos pueden perjudicar significativamente sus niveles de producción. Cuando tus empleados no están al tanto de alguna información relevante, o cuando dedican su tiempo a rastrearla o a impedir que otras personas puedan tenerla a su alcance, esto puede afectar las métricas de productividad al dedicar su tiempo y esfuerzo en tareas no prioritarias o basadas en un supuesto erróneo.
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Restricciones a la innovación
Los datos y el debate fomentan la creatividad. Si no se anima a los equipos a compartir perspectivas y a intercambiar ideas, se acaba suprimiendo la innovación y la generación de ideas que pueda dar paso a nuevos proyectos o mejoras en los productos y servicios.
Pérdida de recursos
Los silos organizacionales pueden causar mucho desperdicio y gastos generales innecesarios, ya sea por el trabajo redundante, el tiempo dedicado a la búsqueda de información crucial o la duplicación de pedidos de los mismos recursos.
Baja moral empresarial
Los silos pueden convertirse en un gran problema para la cohesión del lugar de trabajo, disminuyendo la moral empresarial y el compromiso de los empleados. Pueden perjudicar las relaciones entre los equipos, debilitar la confianza en la dirección de la empresa y mermar la motivación laboral.
Experiencia del cliente incoherente
Los silos organizacionales no solo repercuten a nivel interno, sino que pueden provocar incoherencias en la información que se presenta a los clientes y convertirse en un obstáculo importante a la hora de ofrecer una experiencia del cliente fluida.
Esto puede perjudicar realmente a sus resultados, ya que más clientes están dispuestos a cambiar de marca si no obtienen una experiencia coherente.